En nuestro país muy frecuentemente el factor determinante para la decisión de compra de cualquier cosa es el precio.
No es por casualidad, el bajo poder adquisitivo y el abuso de muchos proveedores de las más diversas ramas son algunas de las causas que han propiciado estas prácticas que si bien, protegen la inversión de los consumidores, también en algunos casos los llevan a cometer errores que resultan después más caros de remediar o se quedan definitivamente en demérito de su inversión principal: SU CASA.
¿Cuál es la propuesta? Para lograr un buen resultado, debe guardar proporción el nivel de la casa con el nivel de todos los ingredientes que la componen, incluyendo por supuesto el amueblamiento. Con esto aseguramos un equilibrio traducido en conservación de valor y en uso.
Al decidir el diseño de una cocina, un clóset o cualquier otro amueblamiento, hay que tomar en cuenta para qué vivienda será la propuesta y entonces proponer algo adecuado, algo proporcional.
Acudiendo a una asesoría profesional con un proveedor que tenga opciones de diferentes niveles, es posible obtener el equilibrio y el resultado que todos buscamos, un ambiente lindo y funcional, acorde a la expectativa del comprador.
En muchos casos nos enfrentamos ante la posibilidad de perder una venta porque la competencia ofrece algo más barato, oh problema!!! Habrá que comparar manzanas con manzanas para ver si realmente es más barato o están cotizando algo inferior, entonces la decisión por precio es justa, después vendrán las consideraciones de calidad, confiabilidad en el proveedor etc.
Nuestro trabajo es, gracias a una capacitación adecuada del personal de ventas, ofrecer a los clientes las gama de opciones y presentar una propuesta acorde a su casa. Tenemos que saber justificar nuestra propuesta: ¿Por qué somos la mejor opción?